Existen en la actualidad, diferentes formas de conectar los audífonos a nuestro entorno tecnológico. Las más utilizadas son la conexión basada en tecnología Bluetooth con radiofrecuencia de 2,4 Ghz y los sistemas de bucles de inducción magnética. Por Fernando Illán,
Hace tan sólo quince años no nos podríamos imaginar que nuestra forma de vivir fuera a cambiar tanto. Casi sin enterarnos, hemos cambiado de forma radical la manera en la que nos relacionamos socialmente y en la que interactuamos con nuestro entorno. El mundo de las comunicaciones ha dado un completo giro en la actualidad gracias a la aparición de la conectividad inalámbrica. Estamos más conectados y mejor. Y esto no sólo ha afectado a nuestra vida personal y profesional, sino que ha transformado por completo la esencia de los mecanismos de una infinidad de dispositivos tecnológicos, como ha sucedido en el caso de los audífonos, que han evolucionado totalmente hasta convertirse en dispositivos de auténtica tecnología punta para nuestros oídos. Y esta revolución de los audífonos inalámbricos ha llegado hasta tal punto que muchos expertos los quieren incluir en el nuevo término de “wearables”, y lo cierto es que no están muy desencaminados. El audífono está pasando a ser un gadget más de esta vorágine tecnológica, al incluir en su configuración la conexión inalámbrica con nuestro smartphone, entre otras opciones.
El papel del audioprotesista
Cabe recordar que, lo más importante en
una adaptación es una adecuada prescripción y un correcto ajuste. El audífono
por sí solo no soluciona los problemas de audición, sino que es una herramienta
al servicio del audioprotesista. De hecho, hace algunos años teníamos problemas
con el uso del audífono que con la tecnología inalámbrica han desaparecido. Las
limitaciones en el uso del teléfono, inconvenientes con las televisiones y los
problemas del entorno con la relación señal/ruido eran las pesadillas en las
adaptaciones. Sin embargo, ahora los diferentes equipos diseñados para estos
fines lo ponen mucho más fácil.
Claramente
tenemos a nuestra disposición una maravilla, y debemos manejarlo con cautela y
seguridad, porque es el futuro. Que el audífono se enlace con muchas de las
prestaciones que tiene nuestro smartphone, es una gran ventaja; pero sin el
trabajo del audioprotesista y sin una correcta adaptación no será tal. Todas
las apps de los smartphones son valor añadido al audífono. Por ejemplo, audio
descripciones en museos, audio guía por gps, traducción simultánea, etc. Con
los audífonos el usuario podrá disfrutar de todo ello, pero si no están bien
adaptados no entenderá nada.
Diferentes conexiones inalámbricas
Existen diferentes redes inalámbricas
para conectarnos a nuestro entorno tecnológico actual, algunas de ellas
involucradas de una manera especial en el mundo de las prótesis auditivas. Y todas
con sus ventajas e inconvenientes.
De manera muy resumida, queremos
abordar algunos conceptos básicos de la tecnología inalámbrica, para saber cómo
funciona y cómo han ido surgiendo algunas redes de este tipo.
Más allá del concepto básico de “inalámbrico”
que, según la RAE, se refiere a un dispositivo o sistema de comunicación
eléctrica sin alambres conductores, debemos decir que es un sistema de uso
libre, que utiliza ondas de radiofrecuencia de baja potencia y una banda
específica, para transmitir información entre dispositivos. En este contexto,
cabe recordar que la velocidad de transmisión de información se mide en megabit
por segundo (Mb/s, Mbit/s o Mbps) y la unidad para medir la frecuencia de la onda en la que
actúa es el gigahercio (Ghz).
Para entender qué es una red inalámbrica, una explicación
muy sencilla sería: es un medio que utiliza ondas de radiofrecuencia para
transmitir información entre dos dispositivos que elimina la necesidad de utilizar
cable para conseguirlo.
Los tipos de redes inalámbricas
principales son:
– Redes
personales inalámbricas (WPAN) con un alcance limitado a no más de unas
decenas de metros, siendo la tecnología más utilizada el Bluetooth.
– Redes de área local inalámbricas (WLAN) con un alcance de unos
cientos de metros cuya tecnología más conocida es el WIFI.
– Redes inalámbricas de área
metropolitana (WMAN)que tienen un alcance de entre 4 a 10
kilómetros y su red más conocida es la WiMAX.
– Redes inalámbricas de área
extensa (WWAN), que son las de mayor alcance y las más utilizadas por los
teléfonos móviles para funcionar (GPRS y GSM).
Y dentro de estas redes fundamentalmente debemos estar muy atentos a los avances que van surgiendo en las redes personales WPAN, ya que son las que utilizan actualmente los audífonos debido a que son mucho más seguras por su corto alcance, protocolos de seguridad y su bajo consumo.
Artículo publicado en Revista Gaceta AUDIO número 15
Hoy os explicamos de que debe constar mínimamente un estudio profesional
para su audición.
No pueden faltar al menos las siguientes pruebas:
1-
EXPLORACIÓN DEL OÍDO
Inspección Se realiza sin instrumental y con buena iluminación. Para detectar cualquier anomalía hay que observar con detalle las características de la conformación del pabellón auricular, la entrada al conducto auditivo externo y las zonas vecinas: mastoides, cuello…
Palpación Se presiona suavemente con los dedos buscando puntos dolorosos en mastoides y por delante del conducto.
Otoscopia Es la maniobra de exploración detallada del conducto auditivo externo y la membrana timpánica con instrumental (otoscopio).
2.-
IMPEDANCIOMETRÍA
Es la medición objetiva de la dificultad para la transmisión de la energía sonora del oído externo y medio.
Reflejo Cocleoestapedial Es la prueba donde se determina el estado de los mecanismos de defensa del oído externo y medio ante estímulos con intensidades altas.
Timpanometría Es la medición de la compliancia o capacidad de vibración del tímpano. Y de forma indirecta del estado de la función tubárica.
3.- ACUMETRÍA Y AUDIOMETRÍA
Se valora la función auditiva con precisión, mediante el audiómetro, diapasones o la propia voz. Pruebas con diapasones: Weber, Rinne, Bing, etc… Audiometría Tonal: se administra un estímulo a una intensidad concreta. Esto permite cuantificar y representar en un audiograma la pérdida auditiva del paciente. 1.- Liminar: Ósea y Aérea El objetivo de estas pruebas es obtener, tanto por vía aérea como ósea, los niveles mínimos de intensidad a los que la persona explorada es capaz de percibir estímulos acústicos presentados en forma de tonos puros. 2.- Supraliminar: Umbral de molestia, Diplacusia, Fowler, Reger, etc. Son pruebas que se realizan a intensidades superiores a los umbrales de audición, con el objetivo de diferenciar entre hipoacusias cocleares o retrococleares. Audiometría Vocal: Se basa en presentar al paciente palabras bisilábicas y fonéticamente balanceadas a diferentes intensidades. Esta prueba informa de la capacidad de discriminación del paciente, es decir, de la capacidad comunicativa del mismo; por lo que es primordial para la posterior adaptación, ya que el objetivo es mejorar la comunicación del mismo.
El audioprotesista es el único profesional sanitario autorizado oficialmente para adaptar audífonos.
La rehabilitación auditiva tiene que adaptarse a las necesidades de cada persona. Por ese motivo, el audioprotesista elabora un estudio completo del paciente y realiza las pruebas auditivas pertinentes para valorar cuáles son las necesidades específicas y el audífono más conveniente.
Según el protocolo de adaptación protésica desarrollado por
la Asociación Nacional de Audioprotesistas (A.N.A.), el audioprotesista
establece un primer contacto con el paciente y sus acompañantes, durante el
cual realiza un cuestionario sobre antecedentes familiares, exposición a ruidos
en el entorno laboral o social, u otros factores que le permitan analizar mejor
el problema auditivo.
Posteriormente, realiza audiometrías que determinan cuáles
son los umbrales de audición o el grado de pérdida auditiva, así como la
calidad auditiva de que dispone la persona. Una vez finalizadas las pruebas, el
audioprotesista evalúa los resultados y, con ayuda de ordenadores especiales,
selecciona el formato de audífono más conveniente.
El aparato tiene que adaptarse a la forma interna del oído,
diferente en cada persona. Por eso, también es necesario hacer una impresión:
consiste en introducir una pasta en el oído, que se solidifica posteriormente y
que sirve para tomar el molde. Con éste, el audioprotesista elabora la prótesis
que contendrá el audífono seleccionado.
Finalmente, se ajusta el audífono a las necesidades del
paciente mediante un analizador, se coloca en el oído y se realizan nuevamente
pruebas audiométricas para comprobar su correcto funcionamiento.
El especialista lleva a cabo controles periódicos para
reajustar la prótesis, realizar un control técnico y de mantenimiento o renovar
de forma eventual los moldes. También proporciona al paciente consejos de
utilización y entrenamiento para ayudar a la adaptación.